Seguramente en alguna ocasión has desechado tu portátil para comprarte otro que funcione más rápido. En la mayoría de los casos nos queda el mal sabor de que hemos invertido mucho dinero y la diferencia de velocidad no es la que esperábamos. La causa fundamental de este problema radica en que los discos duros que vienen instalados en la mayoría de portátiles de gama media y baja son extremadamente lentos. Cuando el ordenador tiene que usar el disco, la velocidad disminuye considerablemente.
La solución que te recomiendo es la de sustituir el disco duro que viene instalado por un disco de estado sólido (SSD). Si el portátil aún está en garantía lo más prudente, para no perderla, será que lo lleves al taller de la marca especificado en el contrato de compra.
Como el precio de estos discos es mayor que el de los discos SATA te recomiendo que compres un disco 120gb que sería suficiente para tu portátil. El disco anterior podrás continuar usándolo ya sea mediante un adaptador para sustituir la torre de DVD o con una carcasa externa para conectarlo por USB. Vas a experimentar la sensación de que has comprado un portátil nuevo con una pequeña inversión de alrededor de 60 euros. Además de la velocidad estos discos consumen menos energía y son más resistentes a los golpes.
Les adjunto un vídeo de una comparativa entre portátiles con discos de los dos tipos para que puedan ver la diferencia.
Recuerda, antes de comprar un ordenador nuevo... cómprate un SSD